Efeméride

Este dia del investigador/a dudemos del lenguaje...

La investigadora Laura Maccioni nos propone reflexionar sobre esta conmemoración


Ciencia en lucha

Empecemos por hacer aquello que sabemos hacer quienes estamos en las ciencias sociales: dudemos del lenguaje. ¿Hay algo así como “el investigador” cuyo día celebramos el 10 de abril? Esa palabra nombra un sujeto universal, abstracto, que en verdad no existe. Hay, más bien, investigadores e investigadoras que constituimos un colectivo diverso, plural y heterogéneo, dentro del cual coexisten posiciones muy diferentes -pero no cualquier posición- respecto de lo que cada tradición disciplinar entiende por hacer ciencia, de lo que admite como método, de los modos en que construye y se relaciona con el objeto de investigación, de lo que acepta como instrumentos válidos para su análisis. Dentro de ese amplio colectivo compartimos, no obstante, una serie de normas y principios básicos. Menciono algunos: cualquier cosa puede ser investigable -no hay temas “sagrados” ni intocables-; practicamos la autorreflexión permanente -nos preguntamos por qué estamos pensando lo que pensamos, por los términos en los que lo pensamos, por los efectos de lo que pensamos-; consideramos que los resultados de nuestras investigaciones deben ser comunicables, en principio a los colegas pero también al resto de la sociedad; sometemos esos resultados a evaluación y validación teórico y práctica. Estamos inscriptos en cadenas de diálogo que exceden los límites del espacio y la sincronía en el tiempo, ya que razonamos en el marco de tradiciones y pensamos a partir de y gracias a quienes nos han antecedido, a veces repitiendo otra vez las mismas preguntas porque las respuestas que nos legaron ya no son convincentes o son ineficaces, otras veces formulando preguntas nuevas ante experiencias y situaciones inéditas.
En el campo de las ciencias sociales estas comunidades, sin embargo, no son ámbitos de consenso y afirmación mutua: por el contrario, son altamente contenciosas ya que las lecturas de lo social nunca son totalmente coincidentes. Estudiamos objetos que no existen, o, mejor dicho, estudiamos objetos que no existen previamente a su postulación y que construimos por medio de conceptos y categorías que debemos crear para describir, entender y explicar nuestra cultura y nuestra sociedad: “desigualdad social”, “algoritmización ciudadana”, “antropoceno”, por ejemplo. Formulamos preguntas acerca de estos objetos, y proponemos respuestas conjeturales. Sospechamos fundamentalmente del sentido común y de lo que se da por sentado: si decimos que lo propio de la investigación es producir conocimiento nuevo se debe a que ese conocimiento viene a desacomodar o a establecer una relación crítica respecto de situaciones que, aun siendo injustas, desiguales, o absurdas permanecen incuestionadas.
Los y las investigadores buscamos no sólo visibilizarlas y desnaturalizarlas sino también diseñar propuestas para revertirlas. Todo esto que constituye el trabajo cotidiano de los y las investigadores/as de Conicet no ocurre en una esfera separada de sus condiciones materiales de producción, sino que involucra medios y equipamiento específicos: desde subsidios para ejecutar proyectos hasta acceso a bibliografía y computadoras, desde personal administrativo y técnico con funciones especializadas hasta un espacio físico para la realización de estas tareas, por ejemplo.

Dudemos del lenguaje, dijimos al principio, y advirtamos que “celebrar” y “homenajear” no son constativos, dirían los pragmatistas lingüísticos, sino performativos. El llamado a celebrar y homenajear este día resulta entonces una invitación meramente formal si no se concreta en acciones que reconozcan el valor y la importancia estratégica de la investigación en nuestro país y promuevan su crecimiento y desarrollo sostenido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MACCIONI, Laura

Laura Maccioni es investigadora independiente en CONICET y se desempeña como profesora en la Universidad Nacional de Córdoba. Es Licenciada en Comunicación Social (UNC), Magister en Sociología de la Cultura (IDAES, UNSAM) y Phd. In Spanish Literature (University of Maryland). Sus áreas de estudio abarcan las relaciones entre cultura y política durante las décadas del ´60 y ´70 en América Latina, con foco en el impacto de la revolución cubana en el campo intelectual y literario. Actualmente estudia la inscripción de la memoria de ese período en los debates actuales que se registran en textos literarios y revistas culturales..

 

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